viernes, 7 de enero de 2011

"Quiero ser tu profesor"


Imagen cortesía de : http://www.fotolog.com/

Las colegialas han sido un cliché para los hombres de nuestra época. Es increíble lo que una falda de plises y unas medias marrones de bachillerato pueden hacer. Sin embargo, lo que hace interesante a estas jóvenes quinceañeras va más allá de eso, su técnica está basada en costumbres propias de su edad que hacen que ellos caigan a sus pies.

Muchos caballeros se sienten poderosos por el sólo hecho de tener a su lado a una muchachita que apenas comienza a vivir. Este tipo de prospectos se aprovechan de la etapa tan complicada por la que pasan las adolescentes, entre 13 y 17 años, en la que se sienten incomprendidas por sus padres y quieren vivir “retos de grandes”.

Como plastilina
Las adolescentes son una presa fácil de los chicos que quieren aumentar su ego masculino. Son ese tipo de hombres que creen que el mundo gira alrededor de ellos y necesitan que se lo confirmen a diario. Estas colegialas solo vivirán para escuchar sus monólogos acerca de él mismo y alabarán cada paso que den, porque para ellas simplemente es lo único que tienen más allá del liceo.
Los caballeros siempre han pretendido ser superiores a las mujeres. Cuando existe una relación entre un hombre adulto y una colegiala se les facilita el romance por la misma inexperiencia de estas chicas. Estas niñas son la pareja perfecta para aquellos que son incapaces de cambiar sus costumbres, pues como ellas están en plena adolescencia deberán amoldarse sin refutar a lo que él les enseña.
Pero como para los hombres, desligarse de su mundo amistades o familiares no es tarea fácil, pretenderán, entonces, que ellas formen parte del mismo. Así saldrán a reuniones sociales sin que ella aporte nada interesante a una conversación seria entre adultos, siendo cómo un accesorio que se exhibe y se guarda.

Superman y ellos
En la historia de la humanidad son los caballeros que se han dado a la tarea de proteger a las mujeres. Hoy no es muy distinto, es por esto que muchos de ellos se sienten atraídos por las chicas tan jóvenes, porque se sienten Superhéroes “cuidándolas de todo mal”, así ninguna de las personas de su entorno esté de acuerdo con eso.
La virginidad no es mito para los caballeros que se insertan todos los mediodías dentro de las instalaciones de un liceo para hacer el acostumbrado transporte escolar. Estos chicos se esfuerzan para que ellas venzan el miedo y les permitan inaugurar su sexualidad, haciéndoles creer que de verdad son amadas. Es por esto que les recuerdan a diario por todas las redes sociales que las aman y que lucharán por ella hasta el final como que si de verdad lo estuviesen haciendo.

Tal para cual
Para estas niñas cualquier cosa que hagan con su novio “mayor de edad” será un comportamiento adulto. Pretenderán vivir a través de ellos, creando una gran dependencia que con el tiempo hace que crean que sin ellos “no pueden vivir, ni comer, ni respirar” y se echan a morir. Esto les conviene a los chicos porque les garantiza que ella  no lo dejará por cualquier otro, sino que, como está endiosada con él, aguantará todo sin protestar demasiado.
 Estos chicos no suelen cambiar tan fácilmente. Comienzan a acostumbrarse a ser obedecidos hasta tal punto que pretenden que todos hagan lo mismo, encontrándose con un panorama nada parecido al que han creado con su “pareja”. Es que si a ver vamos, quién le puede hacer caso a un hombre adulto que se desvive por una niña.
Pero el futuro de estas relaciones dependerá del tiempo en que las jóvenes tarden en madurar. El ser humano busca una evolución constante, y va cambiando su perspectiva  a medida que pasan los años. En lo que estas adolescentes cambien su mentalidad se darán cuenta de cuan sesgadas estuvieron y ya el prospecto, que creían que tenían a su lado, no les parecerá tan deslumbrante.

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